Todo gran negocio comienza con una decisión. Para Luis Ángel García, esa decisión fue apostar por Punto Ahorro. Con la mirada puesta en un futuro sólido y rentable, empezó en León con una idea clara: ayudar a las personas a ahorrar en sus facturas mientras construía su propio camino como emprendedor. Hoy, con tiendas en Bilbao y León, y nuevas metas en el horizonte, su historia es un testimonio de que el éxito llega cuando se une una gran oportunidad con la determinación de hacerla crecer.
De la venta puerta fría a una franquicia con futuro
Luis Ángel no es nuevo en el mundo de la intermediación. Durante años, su día a día consistía en captar clientes a pie de calle, ofreciendo servicios de optimización de gastos. Pero algo faltaba: estabilidad, confianza y la posibilidad de escalar su negocio.
Cuando descubrió Punto Ahorro, vio una oportunidad única. “Siempre quise un punto físico donde la gente pudiera venir, sentarse y recibir asesoramiento sin presiones. Tener una tienda cambió por completo la manera en que los clientes me perciben”, nos cuenta.
El reto de emprender: primeras barreras y cómo las superó
Abrir una franquicia no es solo cuestión de inversión, también de estrategia. Luis Ángel enfrentó sus primeros desafíos con determinación: encontrar el local ideal, construir un equipo de confianza y aprender a gestionar su tiempo de manera más eficiente.
“La clave fue entender que no se trata solo de vender, sino de generar relaciones. Cada cliente que entra por la puerta busca algo más que ahorro: busca tranquilidad y confianza. Y eso es lo que les damos”, explica.
Un modelo que funciona: el respaldo de Punto Ahorro
Desde el inicio, Luis Ángel contó con el respaldo de la central de Punto Ahorro. Formación, herramientas digitales y apoyo constante hicieron que su proceso de adaptación fuera más ágil de lo que esperaba.
“La diferencia con otros negocios es que aquí nunca estás solo. Desde la estrategia de captación hasta la operativa diaria, siempre hay un equipo detrás asegurándose de que todo funcione”, destaca.
Clientes felices, negocio en crecimiento
Nada habla mejor de un negocio que los resultados. Y en este caso, los números lo confirman: sus clientes ahorran, de media, el equivalente a tres facturas al año en cada servicio que optimizan. Algunos incluso han logrado reducciones mucho mayores.
“El mejor momento es cuando un cliente vuelve y te dice que no solo ha ahorrado, sino que ahora recomienda la tienda a sus amigos y familiares. Esa es la mejor publicidad que puedes tener”, dice con orgullo.
De Bilbao a León … y lo que viene
El éxito de Bilbao le permitió dar el siguiente paso: expandirse a León. En apenas cuatro meses, su primera tienda ya estaba generando ingresos suficientes para dar el salto. Hoy, ambas franquicias están en pleno crecimiento y su plan es claro: seguir abriendo más puntos en el futuro.
“Para mí, este negocio es un plan de jubilación. Una vez que lo tienes en marcha y bien gestionado, los beneficios son constantes. Es un modelo escalable, y estoy convencido de que aún hay mucho camino por recorrer”, concluye.
Esta es solo la primera de muchas entrevistas a nuestros franquiciados. Seguimos demostrando que Punto Ahorro no solo ahorra en facturas, sino que también impulsa negocios rentables. ¡Pronto conoceremos más historias de éxito!
